Revista Chilango

Amor por los tacos

Febrero 2017

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Ya lo dijo Shakespeare o dónde está Willy

Crítica Chilango


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Crítica Chilango

Por Christian Gómez

Sucede a veces que una película, una obra o un libro logra tocar una fibra interna y ya nada vuelve a ser lo mismo. Así, para Marissa (Marissa Saavedra), una mesera de un restaurante de burritos que tiene un novio sólo por no estar sola, y Poncho (Alfonso Borbolla), un oficinista agachón que se queda mirando cómo todos ascienden mientras él permanece en el mismo puesto, encuentran en una película algo que los desestabiliza. A partir de entonces, deciden leer a Shakespeare. 

Al principio, la escritura y lenguaje del dramaturgo inglés les parecen inaccesibles, pero tan pronto encuentran sus claves, se conectan tanto que comienzan a representar las obras. Hacer Hamlet en la sala de casa es divertido como actividad después del trabajo, pero el asunto se complica cuando, como el Quijote, que se creyó personaje de novelas de caballería cuando aquello era cosa del pasado, ambos se posesionan y encarnan a la menor provocación los personajes de sus dramas. 

La obra es hilarante por el tamaño del absurdo. Ni las cantinas, ni las agencias del Ministerio Público ni el Bosque de Chapultepec son tan isabelinos como piensan los protagonistas, ataviados con vestuarios de época y confundidos entre realidad y ficción. El asunto, por supuesto, puede acabar en tragedia.

En escena se observa el resultado de un trabajo de complicidad. No hay un chiste que sobre y la empatía entre los actores se traduce en una gran naturalidad. Saavedra y Borbolla, por cierto, escribieron la obra. Evidentes lectores del autor, evitaron la lectura purista y lo desacralizan al grado de sugerir que lo que ya dijo Shakespeare no es muy distinto de lo que hoy diría José José.

“Shakespeare es mi pastor”, afirman ambos, y seguramente uno que otro al salir de la obra donde se advierte su frescura. ¿Y si de El Rey Lear puede tomarse valor para confrontar al jefe odiado?, ¿y si en lugar de decir lo que tenemos que decir, decimos lo que queremos decir? Es, parecen recordarnos, un asunto de pasión.

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