Pasear por San Ángel siempre viene bien. Se come rico, con todo y su tráfico, conserva un aire de pueblito y siempre hay cosas que comprar: desde arte hasta chacharitas muy lindas que muchas veces terminan arrumbadas en algún rincón de la casa. Buscando cosas de las cuales escribir para el disfrute de chilangos y chilanguitos, decidí explorar esta zona de la ciudad.

La primera parada fue el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, donde para mi sorpresa, no había mucha gente. Aparte de mí, sólo estaban un extranjero y una familia, conformada por los papás y su hijo pequeñito de unos siete años, quien estaba feliz descubriendo todos los rincones del estudio del famoso muralista. Uno se siente como invadiendo su espacio personal, lo cuál, no voy a mentir, despierta la curiosidad de cualquiera, y mucho más del pequeño: se asombraba con las obras de arte, los juguetes, las herramientas de trabajo y hasta ¡el baño! de Diego,donde incluso están los productos de aseo de la época que él usaba. Cuando el chilanguito entró en la recamara, no dejaba de sorprenderse por lo grandes que eran los pies de Rivera -en el suelo están pintadas sus huellas para que uno pueda ver lo grande que era- y sí, de verdad que era un señor e-nor-me. Éste, definitivamente es un espacio donde uno se siente como niño chiquito explorando el clóset de la abuela.

Lo que más vale la pena, después de visitar todos los espacios de la Casa Estudio, es irse derechito a los talleres, gratuitos todos los fines de semana, enfocados en los grandes y chicos. En realidad, no se trata de un salón especial acondicionado, sino de una gran mesa, cerquita de la entrada, donde todo aquel que quiera unirse a las actividades puede hacerlo. Hasta hace dos semanas la actividad consistía en hacer una especie de títere de arcilla; sin embargo, van cambiando de acuerdo a las exposiciones del museo y la temporada.

Saliendo de la Casa Estudio, pregunté qué más podía ver por ahí. Me recomendaron el Centro Cultural San Ángel, donde hay obras de teatro para niños y talleres. “La Kalabaza de Pippa” llamó mi atención, ya que mientras caminaba por la calle, unas señoras platicaban frente a mí y mencionaron que esta obra les había parecido lo máximo tanto a ellas como a sus hijos, así que dije, ¿por qué no voy a verla? Ya había leído un poco acerca de ésta, sabía que era una producción española y que Fey prestaba su voz para uno de los personajes. La Kalabaza de Pippa se caracteriza por ser muy divertida, original y sobre todo por transmitir mensajes muy positivos para los niños (y para los grandes) como: la importancia de una buena alimentación, el valor de la amistad y el cuidado del entorno.

Más o menos por ahí de las cuatro de la tarde, el hambre se apoderó de mi mente, así que me dirigí, con mucho entusiasmo, a comer churros a un lugar que es el favorito de mis sobrinitos: El Convento, que está sobre Avenida de La Paz. Esta churrería es famosa por vender los tradicionales churros solos o rellenos así como churritos helados. También se puede disfrutar de una taza de chocolate caliente: amargo o muy dulce, de acuerdo al gusto de cada quien. El Convento es un lugar tradicional de la Ciudad, con un ambiente muy familiar, que vale la pena conocer. Aunque no vayan ni al estudio de Diego, ni al musical, no se pierdan por nada del mundo las delicias de este lugar, sus chilanguitos las van a amar.

Ahí fue donde mi recorrido sureño terminó; sin embargo, en San Ángel, hay mucho más que explorar: los restaurantes, las calles empedradas, los museos y las tiendas donde uno puede encontrar desde ropa hasta juguetes tradicionales mexicanos. Éste es un plan bonito de fin de semana, disfrutable para chilangos y chilanguitos.

Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo: Diego Rivera 2, Altavista.

martes a domingo 10:00-18:00

$12.00 domingos entrada libre

La Kalabaza de Pippa

Centro Cultural San Ángel: Av. Revolución esq. Francisco I. Madero, San Ángel

Domingos 11:30 y 13:30 horas.

Boletos: $250, $200 y $150. Promoción 2×1 en la compra del boleto de $250. Toda la familia, recomendada para niños entre 2 y 10 años de edad.

Churrería El Convento: Av. de la Paz 58, San Ángel

lunes a viernes: 8:00-12:00

sábado y domingo 9:00-1:00