Hace algunos días llegó un integrante nuevo a la familia: Paula nos conmovió a todos y a la que más, sin duda alguna, fue a su hermana grande. Mía, la primogénita de la familia, se dio cuenta que una hermana no era sólo la idea de una compañera con quien jugar y hacer travesuras, sino también con la que tendría que compartir la atención de su familia. Ante tal situación, yo, su madrina, tenía que hacer algo para que ella supiera que siempre seguiremos teniendo esos momentos especiales.

Decidí pasar un día único con ella, algo tan diferente a todos los gadgets y tecnología que hoy en día la bombardea. La invité a una librería. Al principio creo que no le quedó de otra ya que a sus seis cortos años de edad no tenía muy claro lo que podríamos hacer ahí y, claro, el plan no le ilusionaba más de la cuenta.

Fue así como llegamos el sábado pasado al Fondo de Cultura Económica (Tamaulipas 202, Hipódromo Condesa). Primero vio pasillos repletos de libros, seguramente aburridísimos, pero al llegar a la sección de niños, donde había una mesa y tapete de colores, le cambió un poco la expresión. Se veía un espacio muy cómodo para pasar un rato y poder encontrar el libro perfecto para ella, fue entonces que empezó la gozadera de una de las mejores tardes de mi vida.

Realmente no sabíamos cual escoger: eran tantos dibujos, colores, tamaños, animales y personajes que fue una decisión muy difícil. Pero al final de muchas risas y hojear más de 20 libros, salimos con dos que nos atraparon:

El libro de las cochinadas

Juan Tonda y Julieta Fierro

El libro de los garabatos

Taro Gomi

En el primero encontramos tantos datos curiosos y anécdotas que nos han pasado, desde cómo sacarte un buen moco hasta refranes cochinos por los que no paramos de reír y moríamos por compartirlos con el resto de la familia.

El último, un libro lleno de actividades para dibujar, desde laberintos hasta monstruos imaginarios, sentimientos que a veces nos cuesta un poco de trabajo plasmar, actividades para recortar, pegar, armar historias….¡ y miles, y miles de más cosas!

El Fondo de Cultura Económica, como muchas de las librerías de la ciudad, tiene espacios, especialmente en el área de niños, para poder pasar un rato y encontrar el libro perfecto para cada chilanguito o chilanguita, sólo es cuestión de buscarlo con ellos.