No hay un solo elemento en el restaurante de Martha Ortiz que no haga un guiño a la comida y a la cultura mexicana. Pisos pintados (de rosa mexicano) con grana cochinilla, varas largas de gladiolas, bordados del Istmo de Tehuantepec
(Oaxaca) en el respaldo de las sillas son sólo algunos ejemplos.

Estos mismos elementos se llevan a los platos: las galletas de animalitos «salvajes» que son una vuelta a la infancia, o platos fuertes como el atún estrella de mar con vinagreta de chiles (preparada en casa) servida con serpentina de verduras, apenas sellado y de un rojo vivo que resalta sobre el plato blanco. Para acompañar, hay cervezas artesanales, cocteles con mezcal y vasos de agua de jamaica con pétalos de rosa.

Anatole France 100, Polanco, 3300 3999.