¿Cuántas veces no hemos escuchado la frase “piensa en macro, actúa en micro”? Son precisamente estas acciones cotidianas las que construyen un mundo mejor para todos, y esto es algo que saben muy bien en Vikingo’s House. Esta hamburguesería orgullosamente chilanga tiene casi un año ofreciendo comida gratuita a quienes más lo necesitan: los niños en situación de calle.

«Iniciamos este servicio con mucha discreción hace ya 11 meses», nos dice Luis Carboney, quien se encuentra al frente del restaurante. «Nuestra idea era captar a los niños que en nuestra misma calle [Rio Pánuco] se encontraran pidiendo limosna. Como estamos convencidos de que darles dinero no los ayuda realmente, pensamos que darles una comida era lo mínimo que podríamos ofrecerles».

Luis insiste en que, lejos de hacer alarde, lo realmente importante era poner manos a la obra. «No lo difundimos en ningún lugar, sólo adquirimos equipo y utensilios de cocina para preparar comidas corridas para los niños. No contábamos con este equipo porque nuestro menú requiere otro tipo de accesorios. Compramos olla exprés, licuadora, vajilla de platos planos y hondos, cucharones para sopa, etc. Cabe señalar que decidimos darles comida corrida y no una hamburguesa o alitas para nutrirlos más».

Cuando implantaron esta dinámica, creyeron que el lugar incluso se saturaría de niños, por eso decidieron probar con sólo cinco comidas al día. «Pensamos que tendríamos una fila de niños queriendo comer, ¡pero no llegaba nadie! Luego decidimos dejar a un lado la discreción y publicarlo en Facebook para que la gente trajera a los niños en vez de darles dinero, pero tampoco ha ocurrido. En seis meses que llevamos anunciándolo en redes sociales, habrán venido si acaso unos 20 niños».

A pesar de que esta labor de difusión no ha tenido el impacto que esperaban inicialmente, en Vikingo’s House no quitan el dedo del renglón y continúan haciéndola. «Seguimos con la campaña en Facebook con la idea y la esperanza de que se corra la voz y nos manden los niños para acá».

Los lineamientos

Estas son las condiciones que Vikingo’s House tiene y nos explican por qué:

  • Sólo niños. Porque consideramos que son el sector más vulnerable.
  • Máximo cinco diarios. Por nuestra capacidad económica, pero esperamos llegar a 10 o 15 al día.
  • De 13 a 14 horas, para que no se nos sature el lugar, porque es pequeño.
  • Los niños deben comer en las mesas que se encuentran afuera. Esto no es una cuestión de discriminación, sino para ser completamente transparentes. ¡Una vez en Facebook nos dijeron que los queríamos desaparecer para vender sus órganos!.

Pese a que la campaña aún no ha atraído a los niños suficientes, lo que sí les ha llovido es una buena cantidad de felicitaciones. «Nos ha sorprendido la reacción de la gente. Difunden y felicitan, hay gente que se ha ofrecido a venir a servirles a los niños, otros se ofrecieron a darles pláticas mientras comen. Eso nos tiene muy contentos y nos tiene convencidos de que hay muchísima gente dispuesta a sumarse y dar algo por los demás”.

Así que ya sabes, si encuentras un niño de la calle pidiendo dinero, ¿por qué no mejor lo llevas a Vikingo’s House? Dicen que “barriga llena, corazón contento” y no hay corazones que merezcan más la felicidad que los de los peques.

¡Enhorabuena por estos chilangos ejemplares!