El mundo
contemporáneo está lleno de exigencias, ya no basta con ser estudioso,
trabajador o saludable. Se nos exige ser exitosos en todos los ámbitos.
Trabajas diez horas y además se te exige que a pesar de estar aplastado la
mitad del día en una silla seas saludable y tu figura parezca esculpida por el
mismísimo Miguel Ángel.

Las
compañías generan complejos y necesidades que realmente no existen, son
expertas en manipular a los consumidores y en ejercer presión enviando mensajes
híbridos a través de comerciales, en los que nos hacen sentir mal con nosotros
mismos al mostrarnos todo lo que podríamos ser y no somos. Primero fingen
empatía con nosotros y nos muestran nuestra patética realidad comparada con la
realidad aparentemente ideal que nos proponen, y después nos tientan: "tú
podrías ser como ella/el si tan sólo consumieses este mágico producto". Y
¡Shazam! Aparece el producto en la tele y todos los beneficios que te brindará
(eso sí, jamás explican cómo). Nunca antes te habías sentido tan patético por
tener 6 kilos de más, sin embargo ahora lo haces ¡pero no importa! porque al
parecer ese producto que generalmente está etiquetado como "Light" te ayudará a dejar de ser patético.

No te
sientas mal contigo mismo, es muy bonito creer en Santa Claus y comprar un modo
de vida "saludable" en vez de sacrificarnos por obtenerlo. Aquí te presentamos
algunos mitos sobre lo light para que te evites futuras desilusiones: