Cuenta la leyenda que fueron creadas en una lancha que recorría el
litoral veracruzano.Qué alguien con muy buen sazón cortó los pedazos,
les puso un poco de mayonesa con chipotle y un poco de poro frito.
ahora la creación es legendaria y se vende en varios restaurantes de cocina del mar.
Funcionan bien parala comida o la cena, se van como agua en la
boca y son, efectivamente, adictivas.Las recomendamos para un día
soleadopañadas de una copa de vino blanco. En el Puntarena.