Si vives en la Ciudad de México hay cosas que te definen como un auténtico chilango: rifarte en los apachurrones en las horas pico en el Metro, conocer a algunos personajes emblemáticos y por supuesto, comer al menos una vez en algunos lugares callejeros clásicos de esta jungla urbana. Si hablamos del rubro de la comida de calle, en el centro de la ciudad hay un lugar que alberga uno de los tacos más populares y reconocidos por los chilangos de hueso colorado: los tacos de pastor de Plaza Meave.

Para empezar, lo primero que llama la atención es que se encuentran plantados justo en la entrada de esta plaza, ubicada en Eje Central, muy cerca de la estación Salto del Agua de la Línea 8. A este lugar la gente viene a comprar electrónicos, tenis y sonido para autos, pero también se pueden a venir a echar un taco. Aquí no hay mesas: para no obstaculizar a la concurrencia, la onda es comer parados. Se diría que son tacos de pisa y corre.

Lo siguiente que llama la atención es la monumentalidad del trompo: “este trompo pesa unos 300 kilos y diario se acaba. Hay veces, principalmente los fines de semana, que hasta tenemos que hacer otro”, me dice ‘El Padrino’, quien es el encargado de filetear la carne al pastor que irá a dar a los tacos del afortunado comensal. Al medio día es la hora pico de estos tacos: los trabajadores no se dan abasto calentando y volteando tortillas, poniendo cebolla y cilantro, cortando carne, sirviendo aguas frescas y cobrándole al respetable.

En esta taquería también se desdibujan los estratos sociales: a pesar de ser unos tacos de calle sin ninguna pretensión, los han visitado personajes de la farándula que han sucumbido a su popularidad. “Claro que nos han visitado famosos. Vino una vez Arturo Peniche, el de las telenovelas, también Toño de Valdés y Javier Alarcón de Televisa Deportes. Ah, también Carlos Bonavides, el que salía de Huicho Domínguez”.

Cuando le preguntamos acerca de cuántos se come el visitante promedio, ‘El Padrino’ asegura que al menos unos 8. “Pero eso sí, nos han visitado también verdaderos tragones. Una vez un señor se comió 28 tacos, quién sabe a dónde le cabían, porque además no estaba gordo”. Cuando le pregunto cuál cree que sea el éxito del lugar, me responde con mucha seguridad: “es que somos los mejores. Están ricos y bien servidos. Además checa nuestras salsas, la de guacamole y la de chile de árbol también son famosas”.

Así que si no le haces el feo a unos tacos callejeros y no te molesta comer parado, experimenta al menos una vez el comer en los tacos de Meave, que además de su enorme trompo al pastor tienen también tacos de suadero y bistec y encima se encuentran abiertos de lunes a domingo los 365 días del año. ¿Tú ya los has probado? ¿Qué te parecen?

¿Dónde?

Plaza Meave, Eje Central Lázaro Cárdenas 81, lun-dom 10-21 h.