-Lampuga: Este es un pase directo al Mediterráneo. El concepto es una extraña conjugación entre cocina del mar y bistro. Verás mantelitos de papel, las sugerencias en grandes pizarras (precios no tan elevados) y un rico baguette de tataki de atún. Si has probado las tostaditas de atún del Contramar, aquí preparan unas muy parecidas.

-Casbah: No es el lugar con el ambiente más prendido de la zona pero es de los más antiguos y auténticos que por ahí se encuentran. La cocina es de estilo marroquí (la parte de arriba tiene más ambientación) y acostumbran servir para acompañar un rico té de menta.

-El Jamil: Este lugar ha partido plaza, unos lo aman (porque saben que la calidad de la cocina libanesa es notable) otros lo detestan porque se decepcionan cuando no ven el típico lugar con fuentes arabescas. Es chiquito y sirve un excelente taboule y pan árabe recién hecho.

(Foto: Siepert en Flickr)