Ubicado solo a dos cuadras del WTC, sobre Insurgentes sur, este lugar se caracteriza por prescindir de esos grandes elementos de diseño que tienen otros restaurante ubicados en el mismo sitio: minimalista, acogedor, pequeño e incluso, íntimo. Y no sólo eso, este lugar cuenta con 3 variedades de fideos y todos y cada uno, hechos en casa: al huevo, arroz o Udon, este último es el que se agota más rápido.

A decir verdad, es difícil encontrar lugares donde más que mercadeo, el hacer comida sea un arte. Y hablando de arte, la sopa de leche de coco es una variedad riquísima de sopa con verduras y unos buenos fideos de arroz, ideal si lo tuyo son los sabores exóticos. Si prefieres irte sobre lo seguro, mejor pide la Tonkotsu ramen: una sopa cremosa hecha con caldo de huesos, servida con noodle ramen y rebanadas de cerdo. Esta sopa lleva muchas horas de preparación así que vale cada centavo.

Los arroces no se quedan atrás y el olor de las hierbas con los cuales se condimentan plena el lugar como un perfume, te recomendamos el arroz jazmín aromático, o puedes pedir un arroz singapore, salteado con verduras, huevo y salsa singapore.

Este lugar tiene hasta 5 tipos de salsas para escoger así que en eso no quedarás nada decepcionado. Si definitivamente vas por los fideos, pide un Singapore noodle: cebollitas, germen de soya, pimiento morrón, noodle de arroz con un huevo, cerdo y salsa de chile rojo con semillas y ajo. Súper picante y súper rico.

Para culminar, pide la tradicional Yoma miso, una rica sopa japonesa con verduras y tofu. Un complemento ideal y económico si aún te queda un pequeño hueco en el estómago.

Aunque parezca lo contrario, este lugar es muy económico, su plato más “costoso” apenas llega a los 160 pesos, así que vale ir a echarle el ojo y un dientecito.