Ideado por y para amigos, pero también para gente con complejos heroicos que gusta de pelear con molinos, Un Lugar de la Mancha te invita a comer entre libros, música y flores… también puedes ir a desayunar con tus fieles escuderos.

Esta pequeña librería-cafetería se ha hecho famosa por su terraza ideal para tomar un café, mientras le clavas el ojo a un buen libro y el diente a la carta.

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Para desayunar hay muchísimas opciones, todas ellas meritorias de probarse, pero te recomendamos el Sancho Panza: huevos fritos sobre tortilla de maíz, frijoles refritos y nopal asado, bañados en salsa verde y gratinados. Tan buenos que alegrarían al caballero de la triste figura. Las enchiladas de chipotle con jocoque y queso fresco también son una buena opción.

En la carta de comida también encuentras mucha variedad, entre ensaladas, carnes, aves y pescados. La milanesa de ternera obviamente es suculenta porque combina el sabor de la inocencia con el empanizado. Se acompaña con verduras cocidas para que sientas un poquito menos de culpa.

Y para calmar el antojo de Dulcinea prueba el tatín de manzana con helado de vainilla o los blintzes Irene, que están rellenos del tradicional queso Yiddish, pasitas, crema pastelera y mermelada de frambuesa.

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