Este pequeño local en Coyoacán es un espacio dedicado a las recetas de los Flores Aceves. Se trata de una familia de buen diente que siempre ha puesto esmero en cocinar rico y compartirlo. Sazón casero resumido en lo que cabe encima de una tostada.

Cada plato del menú tiene una historia que contar: la de pierna adobada es de la bisabuela consentida en Michoacán; la cola de res está inspirada en un guiso que, de tan bueno, se terminaba antes de llegar de la cocina a la mesa; y la estrella, la de pozole, la convirtieron en tostada por ser el platillo favorito de Ángel, cocinero y cabeza de la familia.

Otro de sus secretos está en las tostadas, para lo cual buscaron por todo México aquellas que no fueran ni frágiles ni grasosas, y dieron con un proveedor de Michoacán. La preferida de los clientes es la de lengua con salsa de chiles, aunque la de mole coleto con plátano macho, queso y crema es una mezcla que no encontrarás en ningún otro lugar.

Para acompañar, todos los días preparan aguas de frutas, como la de menta con maracuyá o la de chile guajillo, fresa, jamaica y limón, entre otras originales combinaciones. De su carta de postres, el cremoso de maracuyá en frasquito de vidrio es un must. Esta tostadería es un imperdible: bonita, barata, rica, buen servicio y en una zona superclásica de la ciudad.