De la nada, la calle Temístocles se convierte en el lugar más romántico del mundo. Aunque no se escuchan acordeones entonando “La vie en rose”, todo dentro de Theodor parece tararearlo. Puedes encontrar más de 100 mezclas de té y tisanas que, reverenciando su origen parisino, podrían parecer perfumes en sus estantes.

Las mezclas –concebidas por Guillaume Leleu– están hechas para atraparte primero por la nariz y, luego, por el resto de los sentidos. Deja que tu barista te prepare algo glorioso a partir de las flores, frutas y especias más gourmet del planeta mientras buscas un rincón compatible contigo: el exuberante, el goloso o la biblioteca.

LO MEJOR. Arriésgate con un Lapsang Ouchong y su fuerte sabor a cuero con madera ahumada. Para una plática entre amigas, prueba el Tepuchino de Loupe: té negro, vainilla, avellanas y almendras; combina de forma sublime con la leche.

Pregunta por las catas de té.

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