En The Palm encontrarás algunas de las mejores carnes de México. Lo malo es que esta calidad la resientes en la cartera. Las porciones son muy generosas, pero con los precios que manejan, es lo menos que puedes esperar.

Entre las especialidades están los crab cakes o el bisque de langosta. También merecen atención especial el New York steak y el prime rib, importados y cocidos a la parrilla. El filete mignon tiene un grueso jamás visto, y es tan tierno que casi lo podrías cortar con la mirada o con un awwww (por tierno).

Para terminar, prueba el pay de nuez con chocolate y una bola de helado de vainilla, una delicia que se derrite en tu boca. Pero toma en cuenta que un postre alcanza para todos lo que estén sentados en la mesa, no sólo por su tamaño, sino por la cantidad de calorías que tiene.

Para los buenos clientes, The Palm creó un programa llamado 837 Club, cuyo nombre proviene del número de la calle del primer Palm, que abrió en el barrio italiano de Nueva York. Los miembros acumulan puntos que luego les dan beneficios, como una langosta gratis en el día de su cumpleaños.

El toque divertido en The Palm son sus paredes pintadas con caricaturas de famosos, tanto norteamericanos como mexicanos, sobre todo al conocer la historia que está detrás. En 1926 algunos artistas de Nueva York comenzaron a pintarlas como forma de pago por sus alimentos (ya no aceptan esta forma de pago, así que ni lo intentes).