Muchos de nosotros pensamos que los restaurantes en cadena no tienen demasiado que mostrar, siempre es la misma estética, el mismo ambiente, en fin: creados en serie en una especie de producción en cadena. Afortunadamente, en el TGI Fridays Nápoles es diferente.

El espacio es amplísimo, con buenas mesas de madera y una cocina abierta enmarcada con una pared roja. De hecho, esta pared es el centro visual de todo el lugar.

TGI Fridays Nápoles es un lugar familiar, así que es común ver niños corriendo por todo el comedor pero es tan grande que no sentirás a los chiquillos que pululan por tu alrededor. Aunque aquí, lo importante es la comida, también es bueno que sepas que es ideal para ir con los amigos y dejarse llevar por un par de chelas bien frías.

Al igual que sus hermanos de otras colonias, el TGI Fridays Nápoles maneja el mismo menú pero con el toque característico de su cocina. Siempre recomendamos el Jack Daniel’s ribs, un tierno costillar de cerdo de 500 grs acompañado de papas a la francesa y aderezado con un aderezo en base al conocido whisky.

Las pechugas de pollo al jalapeño no tienen pierde, son unas crujientes pechugas de pollo rellenas de tocino, jalapeños asados y queso parmesano. Viene cubierto de pico de gallo y más jalapeños asados, la guarnición no puede ser más sabrosa: salsa de jalapeños, puré de papa y brócoli gratinado.

Obviamente, a ninguno de nosotros quiere que la quincena se le acabe en una sola comida así que puedes pedir three for all: un trío de las entradas más conocidas de la casa, ideal para compartir y luego puedes pedir un combo súper peligroso de buffalo wings y ribs, el cual puede llenar el estómago de la ballena más hambrienta.

Si vas solo y sin amigos al TGI Fridays Nápoles, pide una ultimate Jack Daniel´s burger, nada menos que dos carnes parrilladas y bañadas con salsa Jack Daniel´s queso, tocino y aros de cebolla rebozados con especias cajún.