Para los amantes del automovilismo y de la buena comida. Esta terraza tiene una envidiable vista al tráfico polanqueño, sin embargo el aire sopla fresco y se antoja pasar una larga tarde de verano refugiado aquí. Por la noche cambia su fisonomía, y la barra se vuelve el centro de la acción. El Chef Olivier Lomabrd decidió concentrar sus esfuerzos en la cocina de este lugar y ofrecer una interesante mezcla de comida internacional con notas francesas. Aquí lo que se antoja es probar de todo y compartir. Para empezar está en plato de tacos mixtos, con atún al pastor, pato y pescado, trae dos de cada uno así que piensa en que todos prueben al menos dos. Las alcachofas con vinagreta son deliciosas, la salsa en verdad exalta el sabor de las hojas. El más vivo probará la delicias del corazón. El filete a la pimienta hace gala de la mejor técnica francesa, la salsa especita y la rica carne en perfecto punto de cocción lo demuestran. El servicio es atento y la carta de vinos, con una evidente preferencia por los caldos mexicanos, demuestra que Lombard no ha pasado en vano los últimos 18 años en México.