El triste esfuerzo del comedor de oficina o el poco tiempo para comer en familia dejan estragos en los tragones (les llamamos estragones). Pero al entrar en Témpura Ki y sentir su relajada atmósfera cambia cualquier perspectiva.

Hay dos modos de descubrir su propuesta, obviamente inspirada en la comida japonesa: un menú base que es una gran opción para los oficinistas de la zona (todos los días cambia, con rollos, ensaladas, pastas y sopas), y a la carta, donde reflejan la pasión del chef, quien hizo una estadía en Japón y decidió montar un restaurante con sus recetas y técnicas témpura.

Como entradas recomendamos unas gyozas rellenas de queso crema y camarón; su textura es crujiente y resulta en una deliciosa combinación. Por supuesto que hay sopa miso, sunomono, edamame, gohan y yakimeshi.

Prueba un témpura de verduras, consistente y dulce, o el témpura Ki Don:camarones sobre un tazón con arroz al vapor, con un acompañamiento de salsa de soya y jengibre. Acompaña lo que pidas con una de sus diferentes tipos de salsas. Son muy atrevidas y algo que verdaderamente hacen que este lugar destaque. Se preparan a partir de arándano, chamoy, chile guajillo, salsa de soya o vino blanco.

Para el postre, definitivamente el sundae de Oreo en témpura, que son galletas fritas coronadas con una bola de helado de vainilla.