Deja que Soul La Roma seduzca tus sentidos con la definición gráfica de lo que es food porn. En este lugar de comida urbana con recetas clásicas americanas lo verdaderamente obsceno (y delicioso), son las porciones.

En un ambiente industrial de luces tenues, motocicletas rediseñadas y paredes de ladrillos encontrarás la cocina de autor del chef Roberto de la Parra que, entre hamburguesas y jochos, cumple con todas las fantasías de quienes aman la carne y la comida abundante pero grasosa.

Para abrir apetito date un Ginger Soul: un cóctel de vino blanco con refresco de limón y nieve de jengibre que demuestra ser una absoluta y refrescante chulada. Una de las estrellas de la parrilla es la Sauber: una maravilla que chorrea fondue como si estuviera bañada en oro de queso con incrustaciones de diamantes de tocino. Y, aparte de todo, hay show: ahí mismo, en tu mesa, el chef la prepara.

Si eres vegetariano, no te sentirás incomprendido. Hay hamburguesas de plátano macho o portobello y ensaladas de quinoa.

Carnívoro o no, te recomendamos llegar con hambre porque al final te espera un BNB: brownie caliente con Nutella, tocino y helado de vainilla que contrasta lo dulce con lo salado y lo ahumado. Ponlo al centro (si no quieres un coma diabético) y acompáñalo con un gluhwein: un vino tinto caliente, especiado y endulzado.