Con una amplia gama de cortes y una nutrida oferta marina en su carta, Savannah nos ofrece lo mejor del mar y la tierra en el corazón de Santa Fe.

A diferencia de otros lugares ubicados en la misma zona, este lugar no nació sólo para ser el escenario de comidas de negocios, también es una excelente opción para una comida familiar, lejos de la rutina y el bullicio de esta zona comercial.

Bajo la premisa de “ambiente africano”, este restaurante está rodeado de vegetación, luz y espacio. Nada de gente arremolinada entre las mesas con meseros peleando por pasar. Aquí es tan amplio como una sabana, de ahí su nombre.

Por otra parte, también cuenta con una carta que le hace honor a su nombre: carnes. Justamente hay cortes que hacen de este lugar, algo entrañable. Por ejemplo, el solomillo al hojaldre con manzana confitada, hace de las delicias entre los comensales más fieles. Otro infaltable de la casa es el asado de pierna y paletilla de cordero, muy solicitado entre los amantes de la carne. Por si fuera poco, hay una excelente selección de pescados que vale la pena echarle el diente y más si no eres demasiado amante de la carne.

Unos de los favoritos del lugar es el surtido de bogavante y langostinos al horno, especiales para picar entre amigos al igual que el salpicón de mariscos. No olviden probar el medallón de langosta, infaltable si lo tuyo es el mar y no la tierra.

Nota: no te pierdas el ternero al Oporto, del menú, es lo que más rápido se agota. Y para cerrar con broche de oro, pide la tarta de la casa, hecha especialmente para los clientes más exigentes.