Indudable catedral de las parrillas argentinas, “El Rincón” fue pionero en el tema. Primero en un pequeño local en Lope de Vega y después, en un enorme establecimiento que recrea la pampa argentina.

Aquí lo que manda es la carne y de la mejor calidad. Nunca ha sido un lugar barato pero tampoco nadie se ha quejado pues la experiencia lo vale. Las empanadas, la provoleta y ensaladas son sólo pretextos para llegar a la mejor carne de la ciudad. Cortes exclusivos y grandiosos, han hecho que este se vuelva un templo para los carnívoros.

Clientes internacionales que cada vez que vuelven quieren un lomo, expertos tragones que sueñan con la enormidad de un churrasco de casi un kilo. El secreto está en la atención personalizada, la impecable calidad de la carne y seguramente en la fama que a pulso se ha ganado.

La carta de vinos ha ido creciendo con el lugar y, cada vez más, la selección es de primer nivel.
Aquí las sutilezas cuentan, una carne magra va mejor con un vino aterciopelado, a un corte con pecaminosa grasita le acompaña mejor un vino potente. El personal, muy bien capacitado, podrá hacer una buena sugerencia.

Aquí hay que venir con calmita, sólo así la experiencia de comer podrá ser completa.

Al menos una vez en la vida hay que pisar el único y mejor Rincón Argentino. El de los Malazzo.

*El área para niños sólo es en fin de semana

Facebook.com/rincon.argentino.restaurante