Hay quien visita el Centro por sus cantinas, otros por su oferta cultural, pero pocos se quedan a comer. Es probable que Ah-Un, un nuevo rincón de cocina asiática, te invite a hacerlo.

Al poner un pie dentro, el espacio te resultará familiar, pues comparte decoración, menú y chef con el restaurante MOG. Su oferta da un guiño a la cocina de Tailandia y Vietnam, pero su corazón está en Japón. Basta un vistazo a su amplísimo menú para constatarlo. Entre entradas, nigiris, sopas y platos fuertes, uno se pierde fácilmente, pero no hay necesidad de agobiarse, siempre puedes contar con alguno de sus bowls (el de atún es especialmente bueno) o algún set de nigiris.

El chef Masaru Kochi se encarga de seleccionar el pescado, así que es garantía. Para sabores frescos y contundentes, prueba el robalo relleno de hueva de erizo. Y para el apapacho sopero, ordena la sopa tom yam kung (con camarón, pimiento y coco). Mi lugar favorito es la barra, desde donde puedes ver cómo preparan tu sushi antes de que llegue a tu lugar. Si te gusta el sake, tienen tres variedades. Los cocteles también son buena alternativa, son frescos y ligeros.

Otro de sus puntos a favor es la música. Si prestas atención puedes salir con nuevos grupos de rock-indie para escuchar. En resumen, Ah- Un es uno de esos lugares sin pretensiones con una buena relación precio-calidad. Y que no te saque de onda su decoración (que poco, o nada, tiene que ver con su concepto), aquí vienes por la comida.