Argentina es un país de contrastes: en el norte tiene un desierto frío y seco que colinda con Bolivia; al oeste tiene a Chile, separado por la cordillera de los Andes, y al este tiene a Uruguay, bañados por el océano. Por cada espacio diferente, el gigante del sur tiene una gastronomía distinta, Punta Recoleta es un representante de ello.

Este lugar es enorme, parece un hangar a orillas de la carretera. Quizá esto parezca algo rústico; sin embargo, al entrar, no puede ser más delicado: grandes ventanas, lámparas de vela en las mesas, un gran horno a la leña seguido de una parrillera al carbón, lo que hace las delicias de los comensales.

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Los parrilleros están súper calificados, saben hacer bien los cortes, los cuales son muy finos y de importación. La papa al horno es un favorito de los comensales, así que te recomendamos que la pidas como entrada.

La especialidad de la casa son las pastas y muy especialmente los ravioles a los cuatro quesos, di-vi-nos. Por favor, no te vayas sin comerlos.

Especialidades de Punta Recoleta

Los cortes de carne que encontrarás son los mismos que en cualquier otro restaurante de este estilo, pero la arrachera es de otro nivel, así que pídela sin dudar, más una buena ración de chorizo argentino, no está para nada salado, e igual que la chistorra, es de lo más pedido en el menú.

No te olvides de ordenar las ensaladas, que están buenísimas, especialmente la César con pollo, súper fresco y con vegetales comprados al momento. Para cerrar, pide un delicioso pie con helado. No te arrepentirás.

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