Entrar a esta pizzería se parece más a descubrir una cueva oscura (como esos clubes de rock inglés, sólo que sin rock y sin ingleses), que a entrar a un restaurante italiano. Las pizzas son una excusa para experimentar y ver a dónde llegas, igualito que un club de rock inglés.

Escoger qué cuarto ocupar es un dilema enorme. Aunque se parecen mucho, esto puede determinar toda tu estancia (hay un cuarto con chimenea, por ejemplo, que hará más acogedora tu experiencia). Aunque en todos lados está bien y la iluminación no es mucha en ninguno de los cuartos.

Puedes empezar por pedir la bebida de casa, ideal para refrescarse antes de atacar las especialidades. En cuanto a las pizzas, puedes encontrar lo básico, como queso y pepperoni, pero te recomendamos no venir por ellas, no porque no les queden bien, sino porque no son lo central. Conoce su pizza con costra de queso.

Lo más interesante, son las combinaciones que hacen honor a nuestra definición de metacomida (algo rico relleno o combinado con algo igual de rico). Ejemplos son la pizza de hamburguesa, la de chilaquiles y la de Mac&Cheese, o para los vegetarianos, también están falafel, la vegetariana, ¡y hay más! Puedes pedir una “monster slice”, que es personal, o compartir una de las grandes.

Pidas lo que pidas, recuerda que las porciones no son pequeñas, valen tu dinero y quizás valga la pena que te lleves unos botes, por si te sobra pizza. Por cierto, también tienen ensaladas y pastas, que están muy ricas.