Condesa es un sitio genial para pasear: lindas vistas, camineras amplias, casas antiguas bonitas de ver. Pero justamente por lo bonito, no es precisamente económico. Pérfida es un lugar para ir a comer sin quedarse pobre el resto de la quincena.

El estilo del lugar es lo primero que llama la atención: mesas vintage, sillas de los años 40, piso de madera y un hermoso portón de madera y vidrio, hacen que este lugar sea uno de los pocos que no dejó irreconocible la fachada del edificio que lo acogió.

La historia es un plus importante aquí. Como es un café, el menú no es muy extenso pero sí muy rico: los desayunos tienen chilaquiles en salsa verde, molletes, chapatas y huevos a La Pérfida.

La pastelería es una de las especialidades de la casa: pays de plátano, pastel de zanahoria, bisquets. Mismos que puedes acompañar con cafecito y rico chocolate oaxaqueño. Las mesas se llenan rápido así que hay que ir con tiempo y más si es la hora de la comida.

Si de menú se trata, este lugar es el sitio más económico de la zona y su oferta gastronómica es sencilla pero rica: sopa de lentejas, tostadas con tinga de jamaica, lasagna bolognesa, croqueta de pollo, medallón de res, pecho de cerdo en puré de hongos. Es decir, comida casera.

Claro, es un café nada pretencioso. Y la comida, realmente está bastante rica. Los sábados, es noche de jazz, así que si tienes tiempo libre, puedes llegar, pedir vino, algo de picar y disfrutar de las bandas en vivo que dejan todo su talento a tu servicio.