Es difícil toparse con una buena tortilla de harina en el DF. Pero las que usan aquí para los burritos se dan un “quién vive” con las del norte (aunque las de allá aún nos ganan).

Nuestro favorito para el desayuno es el burrito de chorizo vegetariano con huevo, suena raro (por aquello del “vegetariano”) pero el sabor es muy correcto y la porción, acompañada de papitas fritas, es llenadora. O puedes sumarle el combo: jugo o fruta, pan dulce, café o té (un chai muy bueno).

El lugar es chiquitito (con dos mesas y una barra para tres), los fines de semana se llena –a menudo de hipsters– y el servicio suele ser atropellado pero por un buen desayuno a menos de 100 pesos vale la pena. Tienen una sucursal en la Anzures (Leibintz 113) y unos chilaquiles muy decentes, picosos y buenos para enterrar la cruda.