Órale Arepa es como la casa de tu mejor amigo, ese lugar en el que, inmediatamente, te sientes en confianza. Aquí, el anfitrión es el chef Jorge Udelman, quien, además de estar al frente de los fogones, también se da su tiempo para pasear por el local y saludar a los comensales.

Comenzó con un food truck (una combi, a decir verdad), y desde 2015 su concepto de cocina venezolana lo lleva a un local en Polanco con un menú más amplio, pero la misma esencia: platillos hechos a base de maíz y, en su mayoría, para comerse con la mano. Aquí no hay formalidades, todo es casual: tomas un tequeño -un palito relleno de queso blanco semimaduro–, lo untas de la salsita de piloncillo con maracuyá y a la boca. Literal, para chuparse los dedos. Otras entradas son la yuca frita, los tostones de guacamole (ensalada de col y zanahoria con queso cotija) y los pastelitos de pollo, carne y queso.

Obviamente, las estrellas son las arepas. Parientes de las gorditas mexicanas, con rellenos que van desde la típica mechada (carne deshebrada) hasta la de pernil: pierna de cerdo al horno, cuya textura es suave, casi se deshace en la boca –gracias a la lenta cocción de la carne–. El detalle se compone si le agregas una de las salsas que ponen en la mesa: la guasacaca (un guacamole venezolano con un toque de habanero) es la opción.

Acompaña tus alimentos con un jugo natural hecho al momento, una parchita (agua de maracuyá) o un papelón con limón (agua de limón y piloncillo). Para el final, también hay café, infusiones y té. O si prefieres alguna bebida alcohólica, manejan vinos, tragos con ron y algunos cocteles bastante apetecibles. Ya tienen una sucursal en la plaza Barrio Santa Fe, que aunque es más pequeña conserva el concepto y todo el sabor.

Ojo: no te vayas sin probar la cachapa con queso de mano.