El lugar tiene una promoción para quien pague con tarjetas Visa: lunes 20% y martes a domingo 15%

Por: Mariana Camacho

Cualquier jueves por la tarde que pases por la esquina de Orizaba y Tabasco vas a toparte con dos cosas: bullicio de una terraza  y un atractivo olor a pizza del horno de leña de la planta baja. Cualquiera de los dos motivos son buenos para visitar Olivia, un lugar que se puso de moda a los cinco minutos de estar abierto.

Aunque el restaurante es de dos pisos y hay espacio suficiente, a nadie parece agradarle la idea de no tener un espacio en la terraz, es el lugar más llamativo del restaurante, perfecto para tomarse una copa de vino blanco y botanear.

La cocina del lugar es sencillísima, una propuesta de fusiones del chef Richard Sandoval (creador de conceptos de modern mexican cuisine en Estados Unidos en restaurantes como Maya y Pámpano, el último que por cierto, nunca pegó en México).

Al ordenar, es muy recomendable aplicar el combo básico: ensalada-pizza-una copa de vino blanco. La primera viene muy bien servida, con mix de lechugas, la segunda es un must por tratarse de la especialidad de la casa: masa delgada, ingredientes frescos, preaparada al momento (para corroborarlo con el maestro pizzero hay que estar en la planta baja, ni hablar). Para acompañar tienen en carta de vinos Monte Xanic chardonnay, un blanco sin sopresas, muy bueno para el calor y la frugalidad de la comida.

Reservar es indispensable, voltear a ver quién está en la mesa de al lado, también. La hora del abarrote es en la cena, los fines de semana es un lugar muy tranquilo para desayunar rico antes del medio día.