Más que una cocina mediterránea estricta, el chef Stefan Petridis retoma recetas de lugares como Miconos, Santorini y otras islas de su natal Grecia a las que impregna sazón y originalidad para preparar pulpos, pescados o corderos, entre otras carnes.

En su cocina los marinados hacen la diferencia con otros restaurantes del género, que además tampoco abundan la CDMX. De entrada, te sugerimos pedir una torre Mythos, finas láminas de berenjena y calabacitas delicadamente rebosadas acompañadas de tzatziki, el clásico dip griego hecho con yogur, pepino rallado, eneldo y un toque de ajo.

El platillo insignia del lugar es el pulpo a las brasas, cocinado al estilo de las islas griegas, marinado y acompañado con arúgula, alcaparras, orégano, aceite de oliva extra virgen y limón. Otra opción de platillo fuerte es el steak de cordero, un corte especial de Mythos a las brasas y acompañado de papas fritas de la casa. La gente vegetariana también encontrará buenas y variadas opciones. Y a quienes les gusta el dulce, no se pueden perder el postre estelar: el baklava, un tartín de pasta de nuez, envuelto en pasta filo y bañado con miel griega.

El servicio de bar maneja licores, destilados, gran variedad de vinos y una selecta coctelería que va de lo clásico a lo contemporáneo.

Sin duda, este lugar, tanto por la decoración, como por la música ambiental, nos remonta a la tranquilidad de la Grecia campirana, pero con un toque distinguido, así que si hace tiempo no miras el Mediterráneo, cierra los ojos y después de un bocado de la vieja escuela griega te ayudará a mirarlo. El equilibrio de las recetas clásicas y las nuevas tendencias hacen de estos platillos todo un viaje para tus sentidos.