Este amigable, cálido y poco conocido lugar cuenta con su propia fábrica de pasta y con un horno de piso de piedra para hacer pizzas a la leña, lo que explica la carta, que en su mayoría está compuesta por estos ingredientes en forma de platillos gourmet, algunas ensaladas y empanadas para empezar y cortes de carne tipo Angus. Se proclama de origen uruguayo, cosa que para el ojo común es inexistente.

Las empanadas –de elote con queso, carne, jamón con queso y flor de calabaza– no están nada grasosas, son súper crujientes y con una buena porción de relleno.

Las pastas son artesanales e impecables, los gnochis son pequeños en tamaño, se deshacen en la boca y verdaderamente saben a papa, y los raviolinis de queso de cabra son toda una delicadeza donde predomina el sabor y la suave textura del queso.

Las pastas van acompañadas de la salsa que elijas, como la pomodoro muy sutil, hecha con ingredientes naturales, o la salsa verde, a base de crema, albahaca y nuez, que combina perfectamente con cualquiera de las pastas.

Pizzas hay para todos los gustos, las tienen divididas en tradicionales y gourmet, estas últimas con raras combinaciones, pero todas delgadas y crujientes, y lo mejor es que tienen servicio a domicilio.

Las pastas las puedes comprar congeladas para hacerlas en tu casa, también puedes comprar las salsas ya hechas.