Por: Paloma Sierra

Restaurante con tradición culinaria, todos los platillos de este lugar han sido herencias de la familia de la propietaria. Hay influencia española por su abuela, mexicana por su mamá y fusiones creadas por ella misma, las cuales son lo que le dan sabor casero a todos los platos de la carta.

El menú cambia dos veces al año para tener opciones de comida ligeras en verano como los sombreritos rellenos: hongos portobello rellenos de calabaza, elote, corazones de alcachofa, jitomate y queso de cabra; y un poco más pesadas en invierno con un risotto de mariscos.

Una de las especialidades son las bebidas, hechas en casa, como el tinto rosa (agua de jamaica con vino tinto) y el fresco de verano ( jugo de naranja, refresco de limón y vino blanco); ideales para acompañar con un filete de res con costa de pimiento.