Este restaurante ofrece una propuesta de cocina italiana con platillos como la alcachofa a la parrilla acompañada de salsa de vinagreta al balsámico, o un filete de ternera con salsa de vino tinto. También tiene los clásicos como pizzas, pastas y mariscos.

De entrada te recomendamos pedir la ensalada de la casa, Lombardi: lechugas mixtas, queso de cabra, jitomate y almendras tostadas con aderezo de pepino. Aunque también son imperdibles los calamares a la romana y el antipasti Lombardi (queso burrata, prociutto y melón).

De plato fuerte puedes pedir linguini con camarones, salsa arrabiata y vodka que se prepara a pie de mesa. También recomendamos el filete de res al funghy (salsa de hongos y vino tinto) o la costilla de res braseada durante 18 horas en salsa de vino barolo (no te preocupes, no te hacen esperar 18 horas).

Otra opción es el ossobuco, nombre italiano para el mexicano chamorro. Aquí lo sirven con todo y hueso, sobre una cama de risotto, y es uno de los platillos más espectaculares del menú.

Puedes maridar con una buena carta de vinos nacionales e importados, o también probar los cócteles de la casa. Prueba el negroni (con ginebra, vodka y vermut rosso) o el Sofía Loren (la musa del lugar), preparado con vodka sabor mandarina, licor de cassis, cointreau y limón.

De postre no te pierdas las fresas jubilé o los plátanos flambé.