Las cortinas de encaje, la cálida madera en las paredes, decoradas con óleos y la música francesa, hacen de Le Petit Resto un restaurante romántico. Uno de esos lugares para una cena romántica. Son muy pocas mesas y todas llevan una rosa, velita, mantel a cuadros, copas y una botella de vino. Muy al estilo francés, podrías sentirte en una película suya.

Una de las especialidades del lugar es el filete con pimienta verde con papas a la francesa, las porciones no son abundantes pero el sabor de la carne es jugoso y muy bueno. El pan crujiente y calientito es ideal para acompañar los platillos. Tienen un menú degustación de cuatro tiempos el cual tiene un costo de $695.

El lugar y su comida no son pretenciosos, sin embargo, podrían serlo comparados a muchas otras opciones de cocina francesa en la ciudad. Si no entiendes por qué, el staff es amable y está dispuesto a explicarte lo que necesites. No puedes perderte la res rossini ni el magret de pato y si te lo pierdes, no nos culpes.

Y como en cualquier buen lugar francés, los postres no son menos importantes. Te recomendamos pedir la creme bruleé o la tarta tatin. Aunque también te advertimos que te darán ganas de probar todos los demás.