Aunque el calor de hogar belga no es parte de la memoria nacional, existe. Una muestra es Le Pain Quotidien y su nueva tienda de Palmas. Basta ver su terraza rodeada de hortalizas y plantas de romero, su look rústico con detalles urbanos, sus hogazas de pan y la mesa comunal de madera reciclada.

El chocolate belga es famoso por su intenso sabor, por estar hecho con 100% manteca de cacao y estrictos estándares de calidad. El mesero te lo llevará en una jarrita, para que viertas la cantidad que gustes sobre la leche que pediste. Si te sobra, cómetelo con el dedo.

LO MEJOR. Combina tu chocolate con una baguete orgánica y pide Speculoos, pasta cremosa de chocolate y galleta de canela.