La Xampa se dice la “shampa” porque es catalana y porque se ve muy cool tener un nombre con equis. La idea de este sitio es poder disfrutar de vinos espumosos, champaña -obviamente- y comida catalana y española que no tienen problemas para convivir si tú los quieres aceptar. 

El lugar tiene vista hacia el parque España visible desde sus mesas altas, ventanas grandes y espejos por todos lados, por si quieres seguir con la vanidad sin perder la discreción. A unos cuantos metros de los mejores sitios de la Condesa, si comes aquí, no querrás irte a ningún otro lado.

Enfocados en comida ibérica -y qué bueno porque qué bien les queda- sus mejores platos son el pulpo a las brasas con romescu, el chuletón añejado o hasta el atún a la riojana; no importa qué pidas, el menú está pensado como un gran maridaje para sus espumosos (como el belle epoque), cavas, cremas, italianos y cocteles como dry champagne, champagne sour, sparkling punch, y el chocolat d’ agave.

Si pides tapas, chiquitéatelas con sorbos espumosos y cuando estén en tu paladar piensa: Sí, para esto trabajo. El postre no se queda atrás, échate un clavado por un fondant de queso manchego y consiéntete.

El lugar no es solamente para los que quieren comer bien, sino para los que quieren divertirse como niño en feria. Tienen música en vivo que va desde el jazz hasta un DJ. Según el día que vayas, puede ser muy ruidoso si vas en pareja un viernes por la noche y querías algo más íntimo aunque es buen punto de reunión para grupos pequeños cuya diversión va a subir como burbujas de xampanya.