Dentro de una hermosa casa en Coyoacán se abre un patio central muy bien decorado, acogedor y que hasta parece que te saliste de la ciudad alejado del ruido y juntito a un jugo fresco sin tener que hacer horas en el tráfico. Está a unas cuántas cuadras del centro por si no quieres engentarte, pero no tan lejos como para cansarte.

En caso de que llueva, no tienes por qué mojarte en el patio -pero sí tienes que ir a comprar un paraguas-, la parte techada es igual de bonita. Como no puedes salir, aprovecha porque, además de restaurante, este sitio tiene una librería y exposiciones de arte que van desde esculturas hasta pinturas.

Los platos fuertes como el chile relleno cubierto de hojaldre o el pollo a la parmesana salen al quite para calmarte el hambre. Ir a platicar con un café y pedirte un postre, o dos, o tres, te aseguran una muy buena tarde. Aunque pedir tres postres, te aseguran ir al gimnasio más tiempo; no importa, estos lo valen.

Es una gran opción para ir en familia o grupos grandes, se ve que es el favorito de mucha gente para desayunar porque sus huevos al albañil y enchiladas son buenas recompensas por salir de tu cama en domingo. Si te encanta la atmósfera y la comida, puedes rentar el lugar para eventos privados. Si quieres encerrarte fuera de tu casa para leer un libro y que nadie te moleste o ir con tu pareja para estar en paz, la Pause es tu lugar.