Seamos honestos: son tantos los lugares de comida china en la Zona Rosa que encontrar uno que sí valga la pena es, como diría Celia Cruz, una to-to-tómbola. Sin embargo, este sitio se ha ganado la absoluta confianza de los conocedores gracias a sus platillos bien elaborados e igual de bien servidos.

Aquí no hay nada de “el viejo truco de rellenar el plato con verduras al vapor”, por el contrario, platillos abundantes es lo que los distingue. De los favoritos podemos mencionar los rollos primavera y, por supuesto, las costillas que te harán cosquillas en el paladar. El pollo agridulce y la sopa de pollo con piña también son ampliamente recomendables.

Toma nota para ir bien preparado: llega temprano o ve con tiempo, este es de esos lugares que nadie se quiere perder; lleva efectivo porque no aceptan tarjetas de crédito y ve con hambre porque además de porciones generosas, es buffet. Que comiencen los juegos del hambre.

La Isla del Dragón, para quien es muy tragón. Para quien tiene tanta hambre que escupe fuego. Para lamerse los bigotes.