A diferencia de otros restaurantes de comida china, aquí tienen una gran variedad de platillos dim sum, o sea preparaciones al vapor, así como sushi. Aun cuando hay platillos a la carta, lo más recomendable es el buffet que ofrecen todos los días.

Entre semana hay platillos como los rollitos primavera, filete empanizado, pollo agridulce y lo que estamos acostumbrados de este tipo de establecimientos.

Además de los dim sum, el fin de semana sorprenden con preparaciones como pollo blanco, que son trozos de pollo bañados en salsa de ostión, soya y aceite quemado de ajo, o pollo al horno, enchilado con aceites chinos.

Hay barras de ensaladas, fideos, aguas y postres. El arroz y los fideos los preparan al momento, lo cual es un plus. Guarda espacio para lo dulce, porque hay desde galletas de almendra, fruta de temporada en almíbar, arroz con leche, dátiles o tapioca hasta helados de sabores como pétalos de rosa, mezcal con higo o plátano con chispas de chocolate.

Las aguas de frutas son muy buenas, aunque también hay refrescos y cerveza, éstos últimos los cobran aparte. La atención es amigable, buscando siempre la satisfacción del cliente.