Cuando hablamos de buffet nuestra imaginación nos deje llevar por los atiborrados de los restaurantes chinos o los famosos de ensaladas, propios de los restaurantes brasileños. La Casa Gallega nos saca de la costumbre.

El buffet en La Casa Gallega es diferente a todos. En primer lugar porque cuenta con 50 platillos característicos de la cocina meditérranea, que si bien no se apegan 100 por ciento a la sazón original, sí se acercan bastante a los sabores de la vieja madre patria.

Recomendamos también: La isla del dragón

El buffet de La Casa Gallega cuenta con, al menos, cinco tipos de ceviches: atún, pescado blanco, ostiones, camarones y pulpo, mismos que puedes acompañar con galletitas o tostadas. Siempre escogeremos las tostadas.

Si la carne cocinada al limón no es lo tuyo, puedes tomar pámpanos con pimientos, o cualquiera de las opciones de carne roja, como la arrachera que ya está lista para servir, o una manitas de cerdo al escabeche que están más que suculentas.

Es evidente que nadie va a un restaurante de esta clase para no comer mariscos; así que seguiremos con los ostiones al estilo Rockefeller (horneados con espinacas y queso manchego) y ostiones a la diabla.

El pescado gallego está muy bien hecho y puedes servirlo las veces que quieras, así como una cazuela de mariscos que está a la orden del día. No te olvides de la paella, una opción que se acaba rápido por lo deliciosa que está.

Tal vez pienses que el precio es astronómico como nuestro apetito pero no, el buffet no llega ni a los $230 pesos (los niños pagan solo $100). Eso sí, no te vayas confiado en que no gastaras más porque las bebidas no vienen incluidas.

Buzo con los postres ¿eh?, porque las porciones de pastel vienen justo en la mesa del buffet pero los debes pagar aparte lo que hace que te lleves una sorpresa a la hora de pedir la cuenta. Por todo lo demás, hazte un favor y ve a La Casa Gallega.

Recomendamos también: La vid Argentina