Esta es la tercera sucursal del Ihop (que al medio día de abierto ya estaba a reventar). Puro comfort food, puro placer culpable y hot cakes inflados que te acusan de goloso fueron su mejor gancho.

Tienen otra ventaja: el menú de desayunos está disponible para la cena y viceversa. Lo que se te antoje, a la hora que se te antoje. Aunque tienen platos con bbq, platillos con arrachera y ensaladas, las estrellas de la casa son y serán siempre los hot cakes (por algo se llama de International House of Pancakes ¿no?). Son esponjados, grandes, tienen cinco estilos de maple para acompañarlos y vienen servidos con una bolita de mantequilla (salada) que redondea en tu mente la “idea” de que te estás metiendo una bomba calórica a la boca. Si ya los conoces bien, te recomendamos probar su nueva creación “Nueva York cheese pancakes”, son cuatro hot cakes que se intercalan con trozos de pastel de queso y traen encima una cubierta de fresas frías, azúcar glass y crema batida.

Los combos (paquetes de comida con el que los gringos conquistarían el mundo) son la mejor opción: te recomendamos el two, two, two (dos huevos, dos hot cakes y dos tiras de tocino o salchicha) o el Viva La french toast combo: pan francés con dos huevos y tocino para acompañar. A eso agrégale una jarra de café y listo.

Tienen también un nuevo apartado con opciones “más ligeras”, con omelletes preparados sólo con las claras del huevo, por ejemplo y el tocino de pavo en lugar de puerco. Mismas porciones salvajes.

Una visita a este lugar es como ver una chick flick: vas porque no quieres pensar en lo que estás haciendo. Perfecto para un desayuno dominguero.