Si eres primerizo, llegar a este gastrobar es una verdadera proeza. Aunque preguntando se llega a Roma. Pero una vez que lo conoces, entiendes por qué es de esos secretos que no quieres compartir. Este local con aire hipster y espacio para proyecciones de cine, está arriba de los laberintos del Centro Joyero en el Centro Histórico. Encuentras platillos mexicanos y unas 100 marcas de cerveza (entre artesanales, nacionales e internacionales).

Aquí rinden homenaje a Dolores del Río, El Indio Fernández y Cantinflas con un mural en la pared principal. Y como dijo este último: “El mundo debería reírse más pero después de haber comido” (seguro que lo leíste con voz de Cantinflas, ¿verdad, chato?).

De lunes a viernes de 1 a 4 tienen menú que incluye entrada, plato fuerte y agua o café. Si prefieres pedir algo de la carta, prueba la milanesa de pollo con amaranto, servida con papas a la francesa y guacamole en cucurucho de tortilla frita. Tienen oferta de cocteles con mezcal.