Mientras esperas las bebidas, los amables meseros traen como cortesía taquitos de tortilla blanca y azul (cada día diferentes) acompañados de múltiples salsas de todos los sabores y picores(hay que tener cuidado). Además un caldito de camarón en el que los camarones son pacotilla y le hacen honor a su nombre. El menú es muy extenso: antojitos, sopas, carnes, pescado, pollo… hay de todo.

La cocina es, en su gran mayoría, mexicana, aunque existen algunos platillos que no lo son, como el carpaccio de res, que viene con sus rodajitas de chile verde y una salsa de soya preparada que tiene un toque muy especial, casi indescifrable para el paladar. Para unos es aceite de ajonjolí, que realza el sabor de la carne logrando un platillo espectacular y un carpaccio diferente a los demás, entre tai y mexicano. Como plato principal está, entre otros, el pescado en hoja santa. Perfecto en su cocción, tanto de la hoja, que es blandita, como del pescado, que se deshace en la boca. Bañado en una salsa verde en su punto de picosa (ni muy muy ni tan tan), y acompañado de una penca de nopal asada con queso panela y arroz blanco.Da gusto ir a un restaurante mexicano y poder probar buena comida, pues generalmente la buena cocina mexicana se prueba en las casas.

El postre que lo salva todo es el pastel de tres leches con cajeta. Para algunos puede ser muy empalagoso, pero vale la pena auque sea darle un probadita.Para los que les gusta lo dulce es realmente una delicia, un pastel abundante que no escatima. El panqué tan húmedo que hasta escurre leche y la perfecta cantidad de cajeta.

Guadiana es un lugar que lo tiene todo, pues siempre está lleno, hasta entre semana por la noche. Cuenta con buen servicio y, lo principal: buena comida.