El menú de Gelatoscopio ofrece experiencias sensoriales; cada una de las opciones mezcla sabores, texturas y temperaturas.

La idea de Fernanda Prado, chef repostera, es acercar a los chilangos a un postre de restaurante de una forma más simple: en helado. Para muestra, uno de los más vendidos: Sueño de Lavanda, a base de sorbete de lavanda, agar de durazno (un tipo de gelatina), algodón de azúcar y flores.

Si eres de los que ama los conos, los que aquí hacen son muy especiales: cada uno fue pensado para armonizar con el sabor que contiene, son crujientes y deliciosos. En especial el de té verdísimo; es de mantequilla y va acompañado de un helado de té con palomitas de caramelo y toffee salado. No dejarás un solo pedazo.

Cuentan con 12 sabores de agua, frutas y crema. Y si te gustan los helados “con piquete” todos los jueves a partir de las siete de la noche encontrarás algunas opciones.

No importa si hace frío o calor, cualquier excusa es buena para probar alguno.

Facebook