A veces se nos olvida que en La Condesa podemos encontrar lugares antiguos tienen buen servicio y precios justos. ¿Para qué sufrir esperando lugar en la banqueta? En una de las esquinas más bonitas de la colonia, está El Zorzal. Una de las primeras parrillas argentinas que se estableció en la zona.

El menú es típico, sin pretensiones ni novedades, jugo de carne de buena consistencia y sabor. Los cortes que ha hecho famosa a la pampa al punto de cocción que lo indiques, siempre en porciones moderadas y, una de las mejores empanadas de carne, horneadas y muy sabrosas.

El chimichurri de la mesa es un peligro, en lo que esperas te puedes acabar la canasta de pan. Ten cuidado.

Dos cosas destacan; primero que nada el servicio, una brigada de meseras se encargan de llevar a los comensales de forma pronta y expedita sus alimentos sin demoras ni confusiones. Siempre con mucha amabilidad y una sonrisa. Conocen el menú a la perfección y pueden sugerir con seguridad.

Segundo, el ambiente. No se llena al tope, simplemente se ocupan todas las mesas, la sensación proporciona una calida y acogedora estancia.

A eso hay que agregar la decoración que es como un altar a “Carlitos” (Gardel). En eso son todavía más típicos. Los precios son muy moderados, y eso se agradece al doble.

Los vinos de la casa no están mal, son cumplidores, es posible acompañar los alimentos con un buen Malbec en el rango precio-calidad. Si llevas tu propia botella te cobrarán un módico descorche.