La leyenda dice que la matriz de esta cadena se inventó la combinación de cecina, longaniza y chicharrón, y el imaginario colectivo chilango da fe de ello. El Villamelón Tintoreto es un lugar ligado al nombre y clientela de la Plaza México. Los domingos de temporada taurina siempre encontrarás a alguien con un chaleco, un sombrero y jeans comiéndose un buen taco antes de ir a la fiesta, pero tranquilo, no es el código de vestimenta del lugar. A pesar de toda su popularidad, cierra inexplicablemente en la tarde.

¿Será que el campechano es demasiado para la cena? La salsa no es la más picosa según muchos pero se ha visto clientes que han sudado por ponerle más de la cuenta; no importa de cuál seas, ponle un poquito a tus campechanos. Si a su campechano le agregas chile cuaresmeño y cebolla lo vuelves “costeño”. Dátelo.

Las micheladas con clamato aquí son igual de memorables aunque si tomas mucho, probablemente no las recuerdes. Pero si deseas quedarte a tomar una cubita, un tequilita o algo más antes de ir a la Plaza o solo para quedarte ahí, la vas a pasar bien. Nunca es muy ruidoso y siempre hay buen servicio.

Ahora, contando a la de Tintoreto, tienen tres sucursales en la ciudad y sirven incluso en fiestas y eventos. Así que no siempre hay que ir hasta allá.

Podríamos seguir hablando de bondades del lugar pero su leyenda es mucho más grande lo que nosotros podamos decir aquí.