Estamos acostumbrados a ciertos sabores, sobre todo en la comida que consumimos diariamente. Por eso somos agradecidos cuando aparece un nuevo sabor. Conocemos de sobra el sabor de los pollos rostizados, hay cadenas especializadas en ellos y una legión de fanáticos que sólo comen ciertos pollitos de ciertos lugares.

El Pollito Norteño cuenta con varias sucursales y la mayoría se caracteriza por tener el formato de comida para llevar, con anuncios sobre las cajas registradoras que te anuncian, cual Mcdonalds, los combos y los sabores disponibles.

Lo genial de este lugar es el macerado especial que tiene el pollo, haciendo que lejos de estar desabrido o salado, tenga un punto medio que garantice un cuerpo fiel de comensales que sólo coman este lindo pollito. ¿Lo mejor? Tiene varios sabores para elegir: asado (el natural, el más común) adobado (con un ligero sabor picoso que hace que el sabor natural del pollo resalte) a la pasilla (jugoso y lleno de salsita), diabla (bien picoso, con chile habanero) y chipotle.

Nuestro favorito es el pasilla, tiene un ligero sabor picoso y dulzón que nos gusta bastante, además de los consabidos pollos también ofrecen ensaladas, hamburguesas, cortes de carne al carbón, papas, sopas y una buena variedad de postres. Está genial, ¿verdad? considerando que el pollo más caro, no pasa de los pesitos.