Como caído del cielo, un restaurante que ofrece ambiente chic y excelente comida. Una experiencia repetible que abre nuevas posibilidades gastronómicas en la colonia Roma. La comida es fundamentalmente fusión con toques orientales, todas creaciones del chef Eugene Ong, oriundo de Singapure quien estará sólo por una temporada en México supervisando que todo funcione a la perfección. En la comida se nota un toque sofisticado y un gusto en las cosas muy bien aceptado por los paladares locales. Para abrir apetito, el tocino braseado es un pedacito de sabor que se presenta con dos huevos estrellados de codorniz, algo como un retrogusto del desayuno. El sabor es intenso y concentrado, en una porción pequeña; es como un shot de sabor al paladar. En la carta se encuentran varias especialidades y un sashimi del día. De plato fuerte hay para todos los gustos, el cerdo braseado estilo Char Sui con galleta de arroz y salsa de espresso es un plato impecable de sabores perfectamente definidos y bien integrados. Entre los mariscos están los enormes camarones Vindaloo, incluye tallos de cebollín, un toque picante y lemon grass en un caldo ligeramente espeso. Existe la opción de comer con cubiertos o con palillos, la última es la mejor opción, sobre todo cuando se necesita una breve pausa para apreciar los ricos sabores que se mezclan. Aquí además hay un postre llamado Buñuelo de la India, parecido a un merengue de queso crema frito copado con una mezcla de especias, almendras y pistaches.Viene montados sobre rodajas de higo y bañados con un almíbar ligeramente anisado. La carta de vinos es pequeña pero correcta y justa en precios.