Tal como lo dice su nombre, el lugar está pensado para que tengas un gran show de buenos mariachis tocando las canciones que siempre quieres cantar aunque no lo hagas tan bien; mientras lo hagas con el corazón, no pasa nada.

El menú incluye platillos típicos como mole, cochinita, pozole, carnitas y varios cortes de carne, también hay parrilladas para compartir y ensaladas. Nada de eso sabe mal, pero lo más destacable es el show de mariachi.

Y qué bueno porque ir en grupos grandes hace muy fácil armar una fiesta en tu propia mesa. El servicio es atento y asombra que pasen entre tanta gente con esa gracia y las charolas; tú encárgate de cantar, ellos de que sigas pasándola bien.

Las porciones son generosas y la presentación es decente, te tienen tan contento como pagar un boleto del cine y alegrarte de no haberla visto en tu casa ni pagado un VIP.

Aunque a muchos mexicanos obviamente les gusta, la variedad de platillos y el show de mariachi hacen un gran lugar para quien quiera una postal de México, por eso, a los turistas les gustará.

Si te encantan los mariachis y quieres algo bueno, bonito y barato para comer, ve. Por tu propio bien, si te emociona mucho la canción, no cantes con comida en la boca.