La especialidad de El Chivito de San Cosme, con más de tres décadas de vida, es la birria. Tan suave que te recordará la mantequilla: no falla la surtida o unos tacos de birria, con tortillas recién hechas a mano. Pero también hay pozole, alambres, tacos, quesos y cortes de carne al carbón, como arrachera, rib eye, t-bone, top sirloin, lomo argentino, chuleta y costilla asada. Las porciones son abundantes, cualquier platillo debería ser suficiente. Si andas bravo, pide el alambre de arrachera con queso. La salsa martajada de la casa es exquisita, hay ensaladas, postres y gran variedad de tragos.

Si vas en grupo una buena opción es elegir alguna parrillada, hay para tres o cuatro personas y lleva rib eye, t-bone, arrachera o pechuga, cebollas cambray, nopales y chorizo, consomé de birria o frijoles de la olla, aguacate, tres quesadillas y papas a la francesa, todo por 600 pesos. O si, prefieres, comienza con una ensalada de la casa (mezcla de lechugas, jitomate, pimiento, zanahoria con distintas opciones de aderezo) o un provoleta asado, y luego opta por alguna carne al carbón, un alambre, la birria o el pozole. Para un dulce final puede elegir una deliciosa jericalla, el flan de cajeta o el pastel de elote.

Para acompañar los alimentos cuentan con aguas de sabor, jugos, refrescos, cervezas y clamato. También hay servicio de bar con buenas y variadas opciones de destilados, digestivos, cremas, licores y cocteles.

La mayoría de los comensales que van a El Chivito son vecinos y oficinistas de la zona que se han convertido en clientes leales, porque vuelven una y otra vez debido a la buena sazón de los alimentos. Así que si aún no conoces este lugar dale una oportunidad, te sorprenderá. Toda la comida transcurre en un ambiente rústico, muy mexicano, así que aquí todo está en armonía: sabores, decoración, precio y servicio.