El Buen Sazón te garantiza que es su cocina la que resguarda los sabores más caseros de la ciudad. Entre los chiles en nogada y el mixiote tlaxcalteca, no sabrás por cual decidirte en este restaurante con onda rockabilly y gusto poblano.

Lo más atractivo del lugar es el menú, que se especializa en desayunos y comidas corridas con ese toque casero de la abuela.

Por las mañanas ofrecen los desayunos con los que todos soñamos mientras luchamos en el transporte por llegar al trabajo. Puedes elegir entre huevos divorciados, los necesarios chilaquiles con carne asada, enchiladas suizas gratinadas o unas enmoladas con un delicioso mole poblano.

Las comidas corridas siempre se componen por tres tiempos: el primero es alguna sopa, crema o consomé; el segundo es arroz, pasta o ensalada y el tercero tiene una extensa variedad de platos fuertes. La comida incluye su agua y sus frijolitos -de diez-.

Dependiendo del día, puedes empezar con la sopa purépecha: una mezcla mágica de frijol, tortilla, crema y queso, siempre rifa. Después puedes seguirte con un fettuccine al cilantro. Llegando a lo fuerte, si andas con mucha hambre te recomendamos el chile gratinado  relleno de frijoles en salsa roja. Pero si buscas una onda más light no te pierdas el aguacate relleno de ensalada rusa con atún -para aplacar esas llantitas-.

La calle de San Borja nunca había derrochado tanto sabor casero así que consiente al paladar y visita El buen sazón.