Por: Alejandro Zárate

Para el chilango habituado a pedir su café todos los días en una cafetería que su nombre empieza con «S» está será una experiencia similar pero al final más satisfactoria.

Sin ánimos de comparar, se podría decir que The Coffee Bean & Tea Leaf, es un concepto de cafetería con un excelente experiencia para el cliente con el valor agregado de beber excelente café o te.

Las salitas, los cuadros en la pared y hasta los colores son muy parecidos a las de la competencia, o al revés. La atención es muy distinta, lejos del estilo robotizado de los muchachos de la “sirena”, los de Coffee Bean se toman el tiempo para atender personalmente a la gente, comentarle y sugerirle sobre los sándwiches y postres.

Y eso sí, tanto en el surtido de sándwiches como en el los panecillos hay una diferencia radical. El rollo de canela, los panques y los muffins son especialmente deliciosos.

En cuanto al café y la preparación del te, dicen apegarse a los más altos estándares europeos, aquí no hay una versatilidad agobiante, nada de montones de leches para escoger ni la insoportable variedad de tamaños con nombres incomprensibles. A la hora de decidirse por un te, es bueno escuchar las sugerencias expertas de quienes atienden y listo, la variedad es impresionante.

En la ciudad ya contamos con seis sucursales, se dice que The Coffe Bean fue creada en 1963 en el sur de California, buscando ofrecer una experiencia extraordinaria en torno al café y el te, donde se han encargado de establecer mejores y siempre justas relaciones con los productores. Esto obvio, ya lo habíamos escuchado con los de la competencia, y como bien se dice, el que pega primero, pega dos veces.